Pruebas bíblicas: Dios odia al pecado, pero ama al pecador:
(Salmos 5:5): Dios aborrece [desaprueba o rechaza profundamente] a los que hacen iniquidad
(Salmos 7:11): Dios está airado con el pecador todos los días (está muy molesto contra el que practica el pecado)
(Juan 3:16): Dios ha amado a TODO el mundo a través de Cristo, para que cualquiera que crea en Él, tenga vida eterna
(Romanos 8:5): Dios ama incluso a los pecadores, demostrándolo en Cristo
(Malaquías 3:6): Dios no cambia su amor; el amor de Cristo es el mismo ayer, hoy y por los siglos (Hebreos 13:8)
La
palabra “aborrecer” en la biblia no significa odio o ausencia de
amor: significa desaprobación o rechazo profundo al estilo de vida
de una persona. Esto es probado en el hecho de que Jesús dijo:
(Lucas
16:26): “Si alguno viene a mí, y no aborrece a su padre y madre, a
su mujer e hijos, a sus hermanos y hermanas, y aun hasta su propia
vida, no puede ser mi discípulo”
Pero
al mismo tiempo Jesús nos dijo:
(Lucas
10:27; Mateo 2:39): “Amarás a tu prójimo como a ti mismo”
Y
la Biblia dice:
En
esto se reconocen los hijos de Dios y los hijos del diablo: todo
aquel que no practica la justicia, no es de Dios; tampoco aquel que
no ama a su hermano. 1 Juan 4:7. Amados, amémonos unos a otros,
porque el amor es de Dios, y todo el que ama es nacido de Dios y
conoce a Dios.
(1
Juan 4:7-8): “Amados, amémonos unos a otros, porque el amor es de
Dios, y todo el que ama es nacido de Dios y conoce a Dios. El que
no ama, no ha conocido a Dios; porque Dios es amor.”
¿Porqué
Cristo dijo que amemos a nuestros enemigos, a nuestros prójimo, y a
la vez nos dice que si no aborrecemos a nuestros padres, y a nosotros
mismos, no podemos ser sus discípulos? Esto muestra que en la Biblia
las palabras “aborrecer” y “amar” no son cosas mutuamente
excluyentes y que “aborrecer” NO es sinónimo de odiar, porque el
odio es pecado: “Todo aquel que odia a su hermano es homicida” (1
Juan 3:15).
Jesucristo
nos llamó a “amar a nuestros enemigos”, bendecirlos y orar por
ellos (Mateo 5:44-48) ¿Ama Dios a sus enemigos o acaso llama a hacer
algo que Él no hace?
La
Biblia enseña que Él mismo nos dio ejemplo: “Padre, perdónalos,
porque no saben lo que hacen” (Lucas 23:34). Cristo amó (y ama) a
sus enemigos y nos dijo: “Aprended de mí, que soy manso y humilde
de corazón” (Mateo 11:29), mandándonos a seguir su ejemplo.
Todo
esto lo responde ÉL mismo, quien dijo: “Cualquiera que quiere
venir en pos de mí, tiene que tomar su cruz, NEGARSE A SÍ MISMO, y
seguirme”. En el verso que habla sobre lo mismo, en otro evangelio,
habla de ABORRECERSE a sí mismo. En este sentido, “acomodando lo
espiritual a lo espiritual” (1 Corintios 2:13) la conclusión
bíblica es que el mismo término “ABORRECER” se ocupa en la
Biblia como sinónimo de “NEGAR”, desapegarse de, separarse de, o
desaprobar, oponerse.
“Negar”
no te impide amar, porque amar no quiere decir aceptar. Cristo enseña
que AMAR significa HACERLE el bien a alguien, desearle bien a
alguien, hablar bien de alguien, ser bueno con alguien, sin importar
lo que te haga, lo que piense de ti, lo que te diga. (Lc 6:35-36). El
amor es una decisión; aunque no estés de acuerdo con el estilo de
vida de la otra persona, se nos manda a amar. Dios decidió amarnos
en Cristo, por medio de la cruz, a pesar de que Él desaprobaba
grandemente el pecado en el que nosotros vivíamos.
Jesucristo
mismo enseña que Dios “hace llover y salir el sol sobre justos y
pecadores”, que Él es BUENO o BENÉVOLO incluso con los pecadores,
y nos llamó a hacer esto mismo. (Lucas 6:36). Su amor, es para
siempre.
Dios
le niega al pecador su presencia: Él es Santo, Justo y Amoroso; no
puede tolerar las tinieblas. El pecado ha hecho barrera entre el
hombre y Él. Pero eso no quiere decir que Dios no le ame. Dios le
ama tanto que envió a Jesucristo (una parte de sí mismo) entregando
su vida.
Todo
esto demuestra que el dicho DIOS ODIA EL PECADO, PERO AMA AL PECADOR
sí es BÍBLICO Dios ama al hombre, pero odia la maldad. Él nos
llamó por medio de Cristo a negarnos a participar o desaprobar las
acciones malvadas e inmorales de aquellos que pecan a nuestro
alrededor, incluso de nosotros mismos, pero AMAR no sólo a nuestro
prójimo, sino también a nuestros enemigos, como ÉL LO HACE hacia
sus enemigos humanos, haciéndoles el bien , dándoles buenas cosas,
bendiciéndolos y ofreciéndoles redención por medio de Cristo
Jesús.
Me
da tristeza ver que haya quienes interpreten la Biblia para tratar de
demostrar lo contrario, y le pido considerar estas verdades, y orar
al respecto, porque escrito está que Dios quiere que todos los
hombres lleguen al conocimiento de la verdad, y que quiere que sean
salvos todos (1 Tim 2:3-4), que Él no quiere que nadie perezca, sino
que todos se arrepientan.
Él
les desea bien a los hombres, y aunque el pecador se mantiene está
separado por su pecado (Isaías 59:1), Dios
aún le ofrece reconciliación. Su amor permite ver, no lo que el
pecador es, ni lo que fue, sino lo que puede ser en Cristo Jesús, y
la esperanza de redención en él.
El
pastor David Wilkerson enseñó esta verdad maravillosa, diciéndole
al pandillero Nicky Cruz : “Puedes cortarme y hacerme mil
pedacitos, pero cada uno de esos pecaditos aún te diría: “JESÚS
TE AMA”. Y esto es lo que quebrantó el corazón de Cruz. El
apóstol Pablo también dijo que Él había sido el peor pecador, y
aún así, la gracia de Dios le había amado (1 Timoteo 1:15).
Ezequiel
33:11, "Diles: “Vivo yo” —declara
el Señor Dios— “que no me complazco en la muerte del impío,
sino en que el impío se aparte de su camino y viva. Volveos, volveos
de vuestros malos caminos. ¿Por qué habéis de morir, oh casa de
Israel?”
Ningún
creyente verdadero que tienee el amor de Dios en su corazón puede
alegrarse de que los pecadores vayan ir al infierno. Dios no se
agrada de esto; tampoco sus hijos. (Proverbios
24:17): “17No te regocijes cuando caiga tu enemigo, y no se alegre
tu corazón cuando tropiece; 18no sea que el SEÑOR lo vea y le
desagrade”. Dios no quiere que nadie perezca, sino que todos
procedan al arrepentimiento (2 Pedro 3:9).
En
el Nuevo Testamento, Jesús dice que Él ha amado a todo el mundo
(Juan 3:16) y lo que odia son las obras de los pecadores (Apocalipsis
2:6 y 2:15) donde Él dice que odia “SUS OBRAS” y “SU
DOCTRINA”. Él nunca dice, “odio a los Nicolaitas porque Él ama
al pecador (que está hecho a imagen y semejanz de Dios y es creación
de Dios y tiene un alma). Lo que Dios odia es el pecado.
Dios
ciertamente juzgará al pecador pero Cristo nos enseñó que no
debemos juzgar (condenar). Si nos enfocamos en los pecados del
pecador, corremos el peligro de perder de vista el amor y la
misericordia como ocurrió con los fariseos. Ciertamente el pecador
se necesita arrepentir, dejar de pecar, pero esto es posible sólo a
través de Jesucristo. Al tratarlos, debemos ver más allá de sus
faltas y ver más bien su necesidad de ser redimidos por Jesucristo.
¡Él vino a salvar, no a condenar! (Juan
3:17; Juan 12:47). A nosotros nos corresponde seguir su ejemplo y
divulgar sus enseñanzas. A través de sus palabras, se muestra el
camino. No podemos hacer más de lo que Jesús hizo; debemos andar
como Él anduvo. Difundir Su palabra: Él es el palabra.